domingo, 19 de julio de 2009

Joselito Adame triunfa en Manzanares


JOSELITO ADAME, ACLAMADO A HOMBROS. TRES OREJAS

MARIANO ALIAGA / HIDROCÁLIDO MANZANARES (Ciudad Real),

Manzanares, ciudad manchega de la tierra árida por la que cabalgo el hidalgo Don Quijote y su lacayo Sancho Panza, ha vivido hoy el triunfo de un torero mejicano. Torero demostrado en el ruedo y torero coreado por todo el público presente mientras le despedian en su salida a hombros. Todavia tenemos el palpitar de la emoción y la inseguridad en los dedos al teclear estas letras, por la emoción vivida. Escuchar a toda una plaza repetir Jo-se-li-to, Jo-se-li-to llena de orgullo a quien tiene el privilegio de transmitirles lo vivido desde aquí para los hermanos de allí. Si Don Quijote cabalgara hoy habría parado a su caballo Rocinante en la puerta de la plaza para unirse al coro, incluso su fiel Sancho habría cortado un trozo de su hogaza de pan para junto con el queso típico de esta tierra obsequiar al triunfador. Unos enfrentados a molinos imaginarios con lanza y espada sorteando aspas , otro, toreando astas, solamente con telas de capote y muleta. Ambos coinciden en ser héroes de esta tierra aunque en distinta época. Uno imaginario, otro real.Comenzó la tarde El Juli ante un toro de Daniel Ruiz, como toda la corrida, siendo este primero de gran nobleza con el que el torero madrileño impuso de sobra su toreo aunque sin llegar a motivar al tendido, destacando una magnífica tanda con la derecha., para obtener una oreja tras estocada casi entera. En su segundo, algo complicado tiró de profesionalidad para ser obligado a saludar en el tercio.Cayetano Rivera, templó suavemente la nobleza lenta de su enemigo aunque sin exponer, sin traspasar la barrera entre hacerlo bien y emocionar, para pasear un trofeo ante sus fans femeninas. En el quinto de la tarde, incómodo, destacó un redondo sometiendo los brincos del toro para después caer en el aburrimiento. Pinchazo y estocada para recibir una fuerte ovación con saludos.Adame, despues de presenciar como sus compañeros de terna tenian media puerta grande abierta salió decidido a dar el puñetazo en la mesa de quien aspira al máximo, recibiendo con dos largas de rodillas al tercero de la tarde, llevándolo al caballo con torería y quitar por faroles para continuar banderilleando ya con el público en pie en lo que sería el inicio de la aclamación.Comienzo de faena con el suspiro que provoca el pase cambiado por detrás citando de lejos, para continuar con una labor basada en muleta delante y mano baja con olés de gargantas rotas en el tendido. Entró a matar con tanta fuerza que el parón en seco producido por el hueso encontrado a la mita del estoque hizo que se quedara en la cara del toro, rasgándole éste la taleguilla a la altura del muso. Dos orejas de ley con vuelta despacio para poder recibir y disfrutar los halagos de un público absolutamente entregado.En el ultimo de la tarde, animado al escuchar su nombre repetido como hinchas de un equipo de futbol, volvió a comenzar con larga de rodillas para continuar con verónicas a pies juntos, pasándose los pitones por la cintura sin ni siquiera hacer gesto de alivio. Emoción por la verdad. Esa que da y que se ve, se nota y transmite. Quite por zapopinas, que encandilan más a los presentes para después de banderillas con un par por dentro de escalofrío, iniciar el trasteo con un toro parado, más aún al clavar los pitones en el ruedo. Cambio de planes, toca cercanía y jugársela de verdad ante los entregados espectadores, que vieron como asumiendo riesgos infinitos, entre unos pitones que tocaban los exteriores de sus muslos al bambolear la muleta en su espalda con quietud de estatua y corazón de mármol, llegaba la emoción a sus gargantas, en las que todavía quedaban fuerzas para gritarle To-re-ro, To-re-ro y concederle una oreja.El torero salio a hombros, viendo y escuchando todo aquello que sueña cuando inició esta carrera.

jueves, 2 de julio de 2009

Crónica desde Burgos

LAS NUBES Y LA LLUVIA ECLIPSAN UN BUEN “CUADRI”
Burgos/ Crónica y foto:Irenef

Todos los “cuadri -adictos” que nos desplazamos, atravesando un montón de Comunidades Autónomas españolas, cuando llegamos a la Plaza de Toros de El Plantío, en Burgos, para ver la lidia de los toros criados en Comeuñas, ya sabíamos sobradamente que íbamos a pasar dos horas con el corazón en un puño, puesto que el bache por el que esta atravesando la ganadería, tal como sincera y noblemente reconoce su criador, todavía no está totalmente superado.
Nobles fueron sus toros. Demasiado. No fue necesario por parte de los lidiadores el ...¡estar ahí…!, lidiando, bajando la mano. Ni por parte de los espectadores tampoco surgió ese …¡Ay ! a flor de labios, ese suspiro, esa emoción, que provoca la lidia de un toro encastado, fuerte y con poder.
A la corrida, de buena presentación, en general le faltó lo que a la gran mayoría de las ganaderías de hoy en día, transmisión. No se paró, no blandeó, no manseó, en ningún momento buscó las tablas y algunos toros como 1º, 4º y 5º humillaron, pidiendo más ligazón en los pases. Fueron manejables y no plantearon excesivos problemas a los toreros, pero evidentemente les faltó la emoción que los aficionados esperamos ver en la lidia de un toro bravo, en la lidia de un gran toro.
Hacía tiempo que no se veía anunciada con “ los Cuadri”, una terna tan atractiva. Juan José Padilla, Luís Bolívar y Salvador Cortés. Cortaron orejas y pudieron cortar más, de no ser porque con los aceros estuvieron a nivel de inexpertos alumnos principiantes de Escuelas Taurinas.
El debut de Luis Bolívar propició los mejores momentos de la tarde. Siempre dándole la distancia adecuada, en faena a más. Buen toreo al natural, adelantando la muleta, creando un toreo profundo y variado en los remates. No se reflejó su buena labor con la obtención de trofeos, por fallo en el descabello.
Padilla, en su primero que metía bien la cara, humillaba y tenia buena embestida puso voluntad y entrega. En el cuarto de la tarde conectó rápidamente con el tendido de sol, echando mano del toreo efectista que tanto hace disfrutar a sus admiradores.
Salvador Cortés en su primer toro, después de brindar a un aficionado y en una única tanda por el pitón derecho, soportó un arreón hacia los adentros que le hizo desistir de inmediato, pasaportando al toro de una forma muy poco ortodoxa. En su segundo toro quiso saldar la cuenta que dejó pendiente y con el mejor toro de la corrida, un gran toro, realizo una buena faena cuando el cielo se abría para dar cuenta de un impresionante diluvio.