BARCELONA: ADAME, CURRO DIAZ Y TEJELA CON UN TROFEO POR COLETA
Mariano Aliaga,
En esta ciudad, capital de una Cataluña carcomida por hormigas políticas que quieren secar el arbol de la afición sin olvidar que sus ramas tienen más de doscientos años de tradición con raices tan profundas como las dos plazas que aquí recibían a todas las figuras, se ha celebrado una corrida más o una menos si prosperan las malas intenciones de arrancar la tradición taurina.
Aquí, plaza de primera categoría, ha venido un torero mejicano sin importarle la escasa calidad y fuerzas de su lote para robar un trofeo que no existía ni para los mas optimistas en el último toro de la tarde, flojísimo, soportando los empujones de los pitones en sus muslos, al ritmo del movimiento de su muleta en la espalda, no como simple demostración de su valentía sino para conseguir que el celo del animal en la cercanía tomara el engaño extrayendo pases con la verdad expuesta sin precio para levantar a un público desconfiado por la escasa calidad del enemigo pero predispuesto por lo ocurrido en el tercero. En ese, el tercero, que debió ser devuelto por inválido tras las fuertes y repetidas protestas de los asistentes, ya expuso el hidrocálido con el único premio de ver rodar a su enmigo por los suelos sin que por ello dejara de insistir en el método valiente en que el toro sastre quiso quitarle la chaquetilla abriendo las solapas para ver el chaleco y que el publico reconociera su esfuerzo con una fuerte ovación. Pero fue tras el sexto cuando pudo pasear una merecida oreja después de una faena iniciada con estatuarios en los medios, seguidos de dos derechazos de mimo al inválido a media altura para en los dos siguientes vaciar abajo la embestida con inteligencia de madurez impropia de veinteañero. una tanda más y el toro se acaba para dar paso a la valentía reseñada y una gran estocada que hace teñir de blanco las gradas.
Antes Curro Diaz en el primero de la ganadería de San Miguel como toda la corrida, dejó pinceladas de su toreo artista mientras las escasas fuerzas del animal le permitieron mantenerse en pie. En el cuarto, el mejor de la tarde por su nobleza y recorrido, llegó al tendido en series con la derecha sin el pellizco que le caracteriza pero suficientes para junto con estocada caida obtener una oreja.
Matias Tejela también dispuso de un toro que se dejó como fue el quinto para torearlo muy por bajo en faena corta por el poco gas de su enemigo, rematando con adornos y estocada para igualar el marcador de sus compañeros. En el primero de su lote solo pudo dejar muestras de su voluntad por las pocas fuerzas del animal.
Dejamos Barcelona, con el cariño hacia quienes sufren aquí los ataques antitaurinos, acudiendo a la plaza, manteniendo escuelas taurinas con sus propios fondos sin ayuda de organismos oficiales más bien con impedimentos y dejando un saco de solidaridad y ánimo de ese que nunca se agota.
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