ALICANTE: EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO
MARIANO ALIAGA / HIDROCÁLIDO
Feria de las Hogueras en Alicante. Fuegos donde tanto se podría quemar. Para empezar la pasada Feria de Madrid donde hubo muy poco que salvar de la quema. Terminó la Inquisición en la caza de brujas de los culpables del desastre con tantos chorros de tinta volcados en impresoras de opinión, No ha pasado nada después, la temporada avanza con la celebración de las fiestas en continuo calendario imparable, donde el público asiste para disfrutar sin ser bombero ni incendiario.
El fuego que hoy se ha apagado ha sido el de la carrera de un torero de cátedra, Luis Francisco Esplá, En tarde plena de contrastes y emociones, Luis Francisco ha concedido la alternativa a su hijo que a su vez, ha cortado la coleta a su padre. Mientras, el espíritu de Morante testigo en la ceremonia, actor principal con su muleta y capote.
Público entregado y generoso que no permitió que el presidente privara de la foto soñada de padre e hijo abandonando en hombros la plaza por la puerta grande. Tan fuerte fue la bronca al doblar el cuarto, por no corresponder a la petición del trofeo, que los insultos fueron coreados recordando a la madre del responsable de la autoridad. Poco importó no sumar los dos despojos porque a pesar de su negativa, al final el maestro saliente accedió a crear la imagen para la emoción.
Faena la del último de su vida en la que Esplá papá anduvo con la torería propia, para extraer los muletazos justos, colocado y en su sitio, sin olvidar el farol de rodillas en el recibo. Espada tendida y trasero para petición y bronca al palco contada, cantada y coreada. En su primero regaló a la asistencia verónicas como delantales, llevando el toro al caballo galleando por chicuelinas, manejando con su maestría pies y tiempos entre pasos. Invitó al hijo y al espíritu en banderillas, accediendo el de La Puebla aunque parear no sea habitual en él. No defraudaron incluso cuando el hijo solo clavó un palo. Muleteó disfrutando, con la sonrisa en la boca y la mirada en el tendido, recreándose en lo que sabía final, percibiendo y sintiendo para vivir recordando. Redondos y derechazos con variedad ante el buen toro de Juan Pedro Domecq, jabonero de capa, suavizante en la embestida, perfumado el ambiente. Erró la estocada al ejecutar recibiendo, para después cobrar la entera y conseguir una oreja con vuelta al ruedo inolvidable.
El hijo, Alejandro, obtuvo dos trofeos por dos labores suficientes aquí, como los toritos, aunque sin conseguir la distancia y el acoplamiento que necesitaban sus dos enemigos, buen lote sobre todo el último, muleta en la cadera, fuera del sitio. Estocadas más abajo que arriba para el final deseado en hombros.
El espíritu santo de Morante no bajó hasta el quinto para inspirar muñecas y yemas que mecen capote interpretando verónicas y chicuelinas exclusivas morantinas. Faena irregular con fases importantes sobre todo por naturales de cante jondo andaluz. Estocada perpendicular que le llevan a pasear el trofeo en la cercanía del público, próximo a las tablas, haciéndolo cómplice del éxito. El anterior no lo vio claro al llevar la cara alta y abrevió.
De la tarde solo quedan las cenizas, pero para conservar en la vasija del recuerdo.
FICHA
3ª Feria Alicante. Tres cuartos de entrada.
6 Toros de Juan Pedro Domecq
Luis Francisco Esplá, oreja y saludos.
Morante de la Puebla, silencio y oreja.
Alejandro Esplá, en su alternativa,oreja y oreja.
MARIANO ALIAGA / HIDROCÁLIDO
Feria de las Hogueras en Alicante. Fuegos donde tanto se podría quemar. Para empezar la pasada Feria de Madrid donde hubo muy poco que salvar de la quema. Terminó la Inquisición en la caza de brujas de los culpables del desastre con tantos chorros de tinta volcados en impresoras de opinión, No ha pasado nada después, la temporada avanza con la celebración de las fiestas en continuo calendario imparable, donde el público asiste para disfrutar sin ser bombero ni incendiario.
El fuego que hoy se ha apagado ha sido el de la carrera de un torero de cátedra, Luis Francisco Esplá, En tarde plena de contrastes y emociones, Luis Francisco ha concedido la alternativa a su hijo que a su vez, ha cortado la coleta a su padre. Mientras, el espíritu de Morante testigo en la ceremonia, actor principal con su muleta y capote.
Público entregado y generoso que no permitió que el presidente privara de la foto soñada de padre e hijo abandonando en hombros la plaza por la puerta grande. Tan fuerte fue la bronca al doblar el cuarto, por no corresponder a la petición del trofeo, que los insultos fueron coreados recordando a la madre del responsable de la autoridad. Poco importó no sumar los dos despojos porque a pesar de su negativa, al final el maestro saliente accedió a crear la imagen para la emoción.
Faena la del último de su vida en la que Esplá papá anduvo con la torería propia, para extraer los muletazos justos, colocado y en su sitio, sin olvidar el farol de rodillas en el recibo. Espada tendida y trasero para petición y bronca al palco contada, cantada y coreada. En su primero regaló a la asistencia verónicas como delantales, llevando el toro al caballo galleando por chicuelinas, manejando con su maestría pies y tiempos entre pasos. Invitó al hijo y al espíritu en banderillas, accediendo el de La Puebla aunque parear no sea habitual en él. No defraudaron incluso cuando el hijo solo clavó un palo. Muleteó disfrutando, con la sonrisa en la boca y la mirada en el tendido, recreándose en lo que sabía final, percibiendo y sintiendo para vivir recordando. Redondos y derechazos con variedad ante el buen toro de Juan Pedro Domecq, jabonero de capa, suavizante en la embestida, perfumado el ambiente. Erró la estocada al ejecutar recibiendo, para después cobrar la entera y conseguir una oreja con vuelta al ruedo inolvidable.
El hijo, Alejandro, obtuvo dos trofeos por dos labores suficientes aquí, como los toritos, aunque sin conseguir la distancia y el acoplamiento que necesitaban sus dos enemigos, buen lote sobre todo el último, muleta en la cadera, fuera del sitio. Estocadas más abajo que arriba para el final deseado en hombros.
El espíritu santo de Morante no bajó hasta el quinto para inspirar muñecas y yemas que mecen capote interpretando verónicas y chicuelinas exclusivas morantinas. Faena irregular con fases importantes sobre todo por naturales de cante jondo andaluz. Estocada perpendicular que le llevan a pasear el trofeo en la cercanía del público, próximo a las tablas, haciéndolo cómplice del éxito. El anterior no lo vio claro al llevar la cara alta y abrevió.
De la tarde solo quedan las cenizas, pero para conservar en la vasija del recuerdo.
FICHA
3ª Feria Alicante. Tres cuartos de entrada.
6 Toros de Juan Pedro Domecq
Luis Francisco Esplá, oreja y saludos.
Morante de la Puebla, silencio y oreja.
Alejandro Esplá, en su alternativa,oreja y oreja.
2 comentarios:
Estimado blanco y azabache, le felicito por como ha reflejado la tarde de ayer, he ojeado en determinadas páginas la reseña de la tarde, y lo escrito por usted es de lo más objetivo que he leído.
A ver si Alejandro tiene por lo menos la mitad del arte de su padre.
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