miércoles, 20 de mayo de 2009

Crónica Madrid 19-05-09 San Isidro

Alcalareño hijo- Feria de la Merced- Huelva 2007


Una decepción en cartel muy esperado

HIDROCALIDO.MARIANO ALIAGA.


Su Majestad el Rey de España asistió al festejo desde una barrera.Soberano de todos los españoles, taurinos, antis y ecologistas de bandera falsa, todos cabemos en esta España en crisis económica y de valores fundamentales, incluso aquellos que dicen defender a los animales y lo hacen agrediendo a las personas, verbal y físicamente, faltando a la clave fundamental de la convivencia, el respeto.Falsos y mentirosos que no quieren saber que aquí se han muerto y están muriendo becerros y vacas incluso de ganaderías tan importantes como Victorino Martín al inyectarles la vacuna de la enfermedad de la lengua azul y ellos calladitos.Mejor que se callaran para siempre en cuanto a nuestra Fiesta, esa que con la presencia hoy de nuestro rey junto con su hija la infanta Elena recibe el apoyo fundamental que necesita.Pero nuestro monarca debe elegir mejor porque si deseaba venir a los toros, su asesor debiera seleccionar con mejor criterio la corrida conveniente.Debe saber, porque sabio se le supone a quien sopla al oído de nuestro jefe de estado las conveniencias o no, qué tarde de cartel estrella por regla general significa toritos de segunda o tercera con figuras a justificarse.A quienes vemos a estos mismos toreros en diversas plazas de nuestra geografía sorprende verles como están aquí.Los tres, Juli, Cid y Perera han estado enormes y poderosos con toros difíciles, complicados, cuajados y serios en plazas como Bilbao, Sevilla, Pamplona e incluso Madrid en otros años, fundamentalmente en sus inicios.Por eso sorprende que sabiendo de lo que son capaces vengan a la plaza más importante con el medio toro.O menos de medio toro para muchos, que acompañaron con gritos de «miau» a los tres primeros como si en el ruedo estuviera un pequeño felino con cuernos.Definitivamente y para que quede claro ni el ganadero debe traer una corrida así, ni los veterinarios deben aceptarla, ni los toreros prestarse a estar delante, porque no tienen nada, absolutamente nada que ganar.Si están bien es con el novillo grande y por tanto no tiene mérito. Y si están mal es porque no pueden ni con eso. Como habitualmente se dice, de todas formas les coge el toro, del fracaso.Entonces, resulta más difícil entender esta situación.Y más aún siendo apoderados por Roberto Domínguez a El Juli y Fernando Cepeda a Perera, que de esto entienden un rato largo, como han demostrado al conseguir llevar a sus pupilos hasta donde están ahora.Ayer solamente se salvó el extremeño Miguel Angel Perera al estar por encima de sus enemigos que tuvieron escasez de casta y fuerza, sobre todo su primero que se paró muy pronto.Ganas demostró sin perdonar quites en su lote, variedad en la muleta con pases cambiados, estatuarios, con izquierda y derecha. Pies firmes y mando en la mano.Estocada caída fulminante a su primero y casi entera más descabello en el sexto fueron los puntos finales a una decorosa actuación, sin más, porque le engañaron al elegir la ganadería y mala suerte en el lote.En esto, el lote suele acertar El Cid, que tuvo en el quinto al único toro bravo de la tarde, siendo una delicia verle acudir al caballo, empujar con fijeza y meter los riñones a pesar del fuerte castigo que le pegaron.En banderillas acudió veloz para disfrute de El Alcalareño que fue obligado a saludar por su labor en dos pares importantes.Sin olvidar su escaso trapío, el animal se desplazaba bien sobre todo por el izquierdo con un punto de violencia que El Cid no supo reducir, ni bajando la mano ni cambiando los terrenos, osea, sin mandar.El público, con ganas de algún éxito, porque ya sabemos cómo son estos del clavel, famosos, famosillos y aquellos en fase de llegar a serlo.En fin, que tenían ganas de aplaudir y al correr la mano izquierda el de Sevilla por fin pudieron hacerlo, pero sólo en las dos primeras tandas ligando en una con un farol aclamado, más por adorno.La faena va a menos para terminar con un pinchazo hondo.Con el segundo de la tarde inválido clamoroso que el mismo presidente de pañuelo verde flojo ayer hoy duro de mostrar, no quiso mandar a corrales. Claro, ayer novillada.Pensar mal es muy fácil, pero sucede que nos lo ponen en bandeja.Pues, mantenido en el ruedo, rodó por el suelo hasta en seis ocasiones, por tanto la labor del torero fue inútil y exenta de crítica.Aprendí a valorar el toreo de El Juli hace años.Me conquistó su garra, su fuerza y su pundonor.Siempre en dura competencia respetuosa con los demás, pero hoy me ha decepcionado.Con el inútil primero nada pudo hacer sino luchar por mantenerlo en pie, aunque en algunos pases sueltos se adivinaba una actitud inusual.En su segundo, buen toro, sin olvidar su escasa presencia, vamos que no metía miedo ni al más tonto. Pero se desplazaba con nobleza y permitió al madrileño ligar tandas interesantes sin más porque nunca estiró el brazo, llevando doblado el codo, síntoma de apatía o mejor dicho no sentirse a gusto, y eso se nota.En fin, majestad, cambie de asesor taurino, si yo lo fuera le diría que viniese todas las tardes que pudiera.

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