domingo, 31 de mayo de 2009

Crónica Madrid 30-05-09 San Isidro


SAN ISIDRO-ULTIMA/ FRACASO DE LOS TOROS DE VICTORINO
MARIANO ALIAGA / HIDROCÁLIDO

Ultima de la Feria, pero no se preocupen que la semana próxima tenemos suplemento con la Feria del Aniversario que incluyen los carteles más rematados del serial, fuera de abono, claro, de suplemento en ingresos a la empresa que este año de su despedida en la gestión de la plaza de Madrid ha decidido hacer caja. Y la ha hecho, importante, aunque se queje, como importante es el fracaso del ciclo en cuanto a comportamiento y presentación de toros titulares generalmente grandes y cornalones sin remate ni armonía y no digamos los indignos sobreros. También en lo que a triunfos se refiere, pugnando por los premios Morante, Daniel Luque y Castella, éste solo por la puerta grande y no por lo meritos para salir por ella. Importante y meritoria la paciencia de un público que llenó prácticamente todas las tardes el coso con la ya comentada falta de criterio propio al ser diverso cada dia.
Esta corrida del cierre anunciaba toros de Victorino Martín, antaño fieras que se comían las telas queriendo devorar embistiendo todo aquello que se movía a sus ojos, con patas al galope para acudir de muy lejos al caballo soportando castigos excesivos para matadores escasos, pitones al cielo mostrando el peligro y dando miedo o mérito a quien estaba delante. Ganadero de gran importancia y reconocimiento en dura competencia con el carro-toro que desean las figuras, anteponiendo deseos de aficionados a toreros en la cumbre, con la recompensa de las plazas llenas que generaban y generan sus suculentos contratos. Ayer los "victorinos" tuvieron un resultado contrario al antiguo, siendo preocupante que se repita lo ocurrido en Sevilla hace un mes y medio, debiendo tomar buena nota de la progresión inversa para cambiar el rumbo.
Solamente el primero, para Diego Urdiales, resulto algo manejable permitiendo alguna tanda por la diestra, aunque le falto someter a su oponente desde el principio en lugar de citar de lejos en los medios para después aliviarse en el encuentro. El animal humillaba generosamente pero la muleta desconfiada y dudosa no supo manejarlo, temiendo el peligro por la rapidez al revolverse en cada pase poniendo los pitones cerca de las zapatillas. En el cuarto, sin casta y que solo se movia para defenderse, se empeñó estar delante donde las posibilidades de al menos entretener eran nulas.
El Cid dispone de una de las mejores cuadrillas del escalafón, destacando El Boni con su forma de llevar al toro a una mano y su colocación, Alcalareño que hoy volvió a desmonterarse para recibir la ovación merecida por sus dos pares al segundo y Pirri por su eficiencia callada. Eso precisamente fue lo mejor de su actuación, la cuadrilla, porque su lote no planteaba ni dudas, claramente inútiles para el lucimiento. El segundo de la tarde por pararse rápidamente y el quinto por ser un inválido que debió ser devuelto aunque el presidente viendo la preciosa lámina del animal no quiso fijarse en su debilidad.
Iván Fandiño debió pensar en el patio de cuadrillas que se pondría delante sea lo que fuere saliendo de toriles y eso le costó dos volteretas, la primera al tropezarse en la cara para quedar tumbado con el hocico en la espalda, el aliento en el cuello y los pitones golpeando los costados a izquierda y derecha hasta que le empala en las costillas para ayudarle a levantarse, sorprendentemente ileso continuando con la misión imposible ante las mismas carencias que los hermanos de su oponente.
En el sexto, su angel de la guarda le ayudó a caer en la arena en el mismo momento que el toro tiraba el derrote hiriente, esquivando la cogida. Aún así se levantó conmocionado volviendo a la cara para evidenciar más su falta de entendimiento con las complicaciones.
Al final hasta el cielo mostró su protesta por la decepción descargando truenos y relámpagos con una lluvia que los asistentes, por aguantar, no merecíamos.

FICHA

Ultima San Isidro, Lleno
6 toros Victorino Martín

Diego Urdiales, silencio tras aviso y silencio
El Cid, Palmas y silencio
Iván Fandiño, silencio y silencio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vamos a ver si nos enteramos,los victorinos ya no son los que eran de Albaserrada los de ahora estan descafeinados y la mayoria pasan la tienta no como antes que el sr.Victorino padre mataba todo aquello que no servia pues bien ahora se acabo,ahora to pa lante y asi pasa que las alimañas solo estan en el recuerdo,si ya falla esto apaga y vamonos y encima en una plaza de la categoria de Madrid,es indignante,por favor Victorino marchese por el bien de la fiesta y todos los que creemos en la integridad del toro bravo.