MADRID, 18ª de Feria. CUADRI: EL TORO
Mariano Aliaga / HIDROCÁLIDO
Hace años, muchos más de los que uno quisiera porque te hace más mayor, el anuncio publicitario de un coñac fuerte, recio y con sabor promocionaba un eslogan. La marca, dos puntos, el toro. Aceptaban los publicitarios de entonces que todos los buenos adjetivos se podían aplicar al animal de lidia y por tanto adquiría enorme valor en el producto dándole realce y prestigio en perfecta asociación de ideas entre el coñac y el toro.
Con el paso de los años y la evolución del toro hacia dulce y noble, sin predominar en importancia la casta y la bravura, nadie se ha atrevido a aplicar su nombre porque hubiera sido algo así como el refresco al toro sin burbujas o a la cerveza que no contiene alcohol. Salvo la excepción confirmante de la bebida isotónica del toro rojo que te da alas, siendo así como un colorado bonachón saliendo de la plaza en vuelo ascendente, o sea, manso que se quiere marchar.
Afortunadamente, hay ganaderos, algunos, que mantienen la destilería a punto a base de afición, convicción y selección. Uno de ellos es Fernando Cuadri, honrado consigo mismo, con sus ideas y con el aficionado. Y si no, basta recordar lo ocurrido tras lidiar en la Maestranza hace unos años admitiendo realidades y asumiendo duras decisiones, esas que le han llevado al buen resultado de hoy, más allá de ambiciones comerciales.
Felicitaciones para todos, ganadero, público y la fiesta en general por una recuperación que abre horizontes de otras alternativas que no sea el ganadero especulador y el toro comercial. Será por eso que en la andanada del tendido 7 desplegaron una pancarta en la que se podía leer. “Y las figuras con el toro Light”. Por cierto, buen eslogan para refresco sin azúcar.
Ayer si que era verdad indiscutible la cabecera en los carteles con lo de “6 Toros 6” porque seis tíos salieron de toriles. Con cuajo y presencia, serios. Sin ser aparatosos. Con los kilos que permite la caja, mostrando músculos de fortaleza. Comportamiento variado destacando el tercero y el quinto, ovacionados en el arrastre. Nobles primero y segundo. Justos de fuerza cuarto y sexto.
No es que fueran castigados en exceso en el caballo pero tampoco se les midió el castigo. Complicados en capotes de inicio, reaccionando en varas, siendo algunas espectaculares arrastrando caballo y montura del tercio a las tablas. Otros en cambio no se emplearon.
Enfrente había que tener disposición y mando. Lo primero irreprochable en los tres espadas, lo segundo era más complicado y los puso a prueba.
López Chaves, sorprendido y desbordado en el inicio de faena al que abrió plaza fue capaz de ligar dos tandas con la izquierda arrastrando la muleta. Después la labor fue intermitente también porque al toro le faltó repetición. En el cuarto, pelea con mucha voluntad sin poder limar las asperezas del animal que cuando se la pusieron bien y le aguantaron, demostró su calidad. Tarde deslucida con los aceros.
A Salvador Cortés fue al que más exigieron desde el sector crítico. Pudiera ser por su cuadrilla en el catastrófico tercio de banderillas al segundo con dos pares al aire y después clavar 1+1+1+2 en cuatro pasadas más. Lució al toro citándole de lejos y lo malo fue que acudió, porque entonces toda la plaza se puso de parte del animal restando importancia a su labor, corrigiéndole siempre la posición. Enganchones deslucidos para aumentar protestas. En el quinto, castaño de capa como hace diez años no lidiaba ese hierro, no pudo dominar los caballos que mandaban el motor de su enemigo, que eran muchos, con rápida embestida y muleta a velocidad de quitar puntos del carnet de conducir. Volvieron los enganchones y el público en contra. No era el día de las espadas tampoco para el sevillano.
David Mora, con la grada más paciente, dejó escapar al buen tercero por la misma característica común con sus compañeros, falta de mando. Comienzos prometedores con toro galopando desde el burladero a la muleta apresurada de Mora. Más templado con la petición del toro a gritos de bajarle la mano. Sin continuidad por no someter y se acabó. Estocada caída fue la mala receta.
En el último menos opciones por la escasez de fuerzas en su enemigo, destacaron dos series con la diestra. Valor sin opciones para rematar con una serie infinita de pinchazos y un descabello.
Destacar las actuaciones en banderillas de Rafael González y Luis Mariscal, por las que tuvieron que desmonterarse.
Como bien decía el señor de al lado: Esta tarde no nos hemos aburrido. Será porque salió el toro.
FICHA
18ª de San Isidro. Lleno.
6 toros de Hijos de D. Celestino Cuadri
López Chaves, saludos y silencio.
Salvador Cortés, silencio y pitos.
David Mora, palmas y silencio
Mariano Aliaga / HIDROCÁLIDO
Hace años, muchos más de los que uno quisiera porque te hace más mayor, el anuncio publicitario de un coñac fuerte, recio y con sabor promocionaba un eslogan. La marca, dos puntos, el toro. Aceptaban los publicitarios de entonces que todos los buenos adjetivos se podían aplicar al animal de lidia y por tanto adquiría enorme valor en el producto dándole realce y prestigio en perfecta asociación de ideas entre el coñac y el toro.
Con el paso de los años y la evolución del toro hacia dulce y noble, sin predominar en importancia la casta y la bravura, nadie se ha atrevido a aplicar su nombre porque hubiera sido algo así como el refresco al toro sin burbujas o a la cerveza que no contiene alcohol. Salvo la excepción confirmante de la bebida isotónica del toro rojo que te da alas, siendo así como un colorado bonachón saliendo de la plaza en vuelo ascendente, o sea, manso que se quiere marchar.
Afortunadamente, hay ganaderos, algunos, que mantienen la destilería a punto a base de afición, convicción y selección. Uno de ellos es Fernando Cuadri, honrado consigo mismo, con sus ideas y con el aficionado. Y si no, basta recordar lo ocurrido tras lidiar en la Maestranza hace unos años admitiendo realidades y asumiendo duras decisiones, esas que le han llevado al buen resultado de hoy, más allá de ambiciones comerciales.
Felicitaciones para todos, ganadero, público y la fiesta en general por una recuperación que abre horizontes de otras alternativas que no sea el ganadero especulador y el toro comercial. Será por eso que en la andanada del tendido 7 desplegaron una pancarta en la que se podía leer. “Y las figuras con el toro Light”. Por cierto, buen eslogan para refresco sin azúcar.
Ayer si que era verdad indiscutible la cabecera en los carteles con lo de “6 Toros 6” porque seis tíos salieron de toriles. Con cuajo y presencia, serios. Sin ser aparatosos. Con los kilos que permite la caja, mostrando músculos de fortaleza. Comportamiento variado destacando el tercero y el quinto, ovacionados en el arrastre. Nobles primero y segundo. Justos de fuerza cuarto y sexto.
No es que fueran castigados en exceso en el caballo pero tampoco se les midió el castigo. Complicados en capotes de inicio, reaccionando en varas, siendo algunas espectaculares arrastrando caballo y montura del tercio a las tablas. Otros en cambio no se emplearon.
Enfrente había que tener disposición y mando. Lo primero irreprochable en los tres espadas, lo segundo era más complicado y los puso a prueba.
López Chaves, sorprendido y desbordado en el inicio de faena al que abrió plaza fue capaz de ligar dos tandas con la izquierda arrastrando la muleta. Después la labor fue intermitente también porque al toro le faltó repetición. En el cuarto, pelea con mucha voluntad sin poder limar las asperezas del animal que cuando se la pusieron bien y le aguantaron, demostró su calidad. Tarde deslucida con los aceros.
A Salvador Cortés fue al que más exigieron desde el sector crítico. Pudiera ser por su cuadrilla en el catastrófico tercio de banderillas al segundo con dos pares al aire y después clavar 1+1+1+2 en cuatro pasadas más. Lució al toro citándole de lejos y lo malo fue que acudió, porque entonces toda la plaza se puso de parte del animal restando importancia a su labor, corrigiéndole siempre la posición. Enganchones deslucidos para aumentar protestas. En el quinto, castaño de capa como hace diez años no lidiaba ese hierro, no pudo dominar los caballos que mandaban el motor de su enemigo, que eran muchos, con rápida embestida y muleta a velocidad de quitar puntos del carnet de conducir. Volvieron los enganchones y el público en contra. No era el día de las espadas tampoco para el sevillano.
David Mora, con la grada más paciente, dejó escapar al buen tercero por la misma característica común con sus compañeros, falta de mando. Comienzos prometedores con toro galopando desde el burladero a la muleta apresurada de Mora. Más templado con la petición del toro a gritos de bajarle la mano. Sin continuidad por no someter y se acabó. Estocada caída fue la mala receta.
En el último menos opciones por la escasez de fuerzas en su enemigo, destacaron dos series con la diestra. Valor sin opciones para rematar con una serie infinita de pinchazos y un descabello.
Destacar las actuaciones en banderillas de Rafael González y Luis Mariscal, por las que tuvieron que desmonterarse.
Como bien decía el señor de al lado: Esta tarde no nos hemos aburrido. Será porque salió el toro.
FICHA
18ª de San Isidro. Lleno.
6 toros de Hijos de D. Celestino Cuadri
López Chaves, saludos y silencio.
Salvador Cortés, silencio y pitos.
David Mora, palmas y silencio
2 comentarios:
Pos si Javier, estos "mozos" ayer demostraron porque se les concedió hace poco la medalla de Andalucia a sus dueños.
Importantes el tercero y el quinto.
Emocionante ver como a un ganadero en el tendido se le saltaban las lagrimas...
En fin, que yo superorgulloso de tener el gusto de conocer a esta familia de GANADEROS y poder visitar cada vez que quiero Comeuñas... tierra de bravura.
Un saludo Javier.
Hola Marin, a Fernando se le saltaron las lágrimas pero no fue el único te lo aseguro...no pude contener la emoción... abrazos Marin
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