Foto: Arturo Saldívar . (Larga Cambiada por Juan Miguel Sánchez Vigil)MADRID, 19ª de Feria. Novillada
Mariano Aliaga / HIDROCÁLIDO
Los padres que tanto exigen a sus hijos para que sean figuras del deporte, nadales o raúles , más allá de buscar la felicidad de éstos y el equilibrio que proporciona practicar algún deporte como diversión, anteponen asegurar su futuro al bienestar de sus primogénitos.
Ni siquiera esos padres son tan exigentes como hoy algunos sectores de la plaza con unos novilleros en formación, más aún que a figuras consagradas y no digamos respecto a su favoritos con los que la benevolencia sin estar cruzados o con enganchones espontáneos llega a límites increíbles.
No es que el público haya sido el principal culpable de los silencios otorgados a las jóvenes promesas pero si han minado las ilusiones y los planteamientos durante las faenas, escasas de los ánimos necesarios para repuntar y ascender hacia el camino del triunfo. Pitos al centímetro desplazado ante la cara y gritos de reproches que antes solo se escuchaban con líderes de escalafón. Todo cambia.
También los novillos de Guadaira que antes fueron excelentes aquí y hoy no han reeditado glorias.
Arturo Saldívar se expuso a los dos términos. Con el primero peleó contra la escasa fuerza del animal con el que inició labor de muleta con ella plegada en cartucho de pescado desplegándola por detrás y llevándolo después por delante con acierto merecedor de más calor desde las gradas. Luchando porque no doblara las manos la faena fue a menos aunque en todo momento el hidrocálido se mostró firme citando sin reservas de ventajas. Poca fortuna con la espada.
En el cuarto, tras enganchón en el capote desiste de prolongar los lances y se los guarda para un buen quite por tafalleras. Cite de largo en los medios para comenzar el último tercio con la mano diestra en tanda corta para pasar a la zurda con la que interpreta los mejores naturales de la tarde por largos y bajos aunque al final el novillo alza la cabeza en un síntoma del resto de faena que deslució la labor. Saldívar no vuelve la cara en las cercanías para de uno en uno robar las últimas gotas de fuerza del animal, mostrando su mando a pesar de las quejas de los de siempre. Estocada certera y fulminante para rodar sin puntilla.
Luis Miguel Casares pasó desapercibido no por ausencia de esfuerzo sino por el soso enemigo que hizo segundo, al que liquidó de tremenda estocada, y por la poca cuerda del reloj del quinto.
Cristian Escribano no consiguió conectar con el tendido en el tercero al ponerse el público de parte del novillo por sus largas arrancadas al caballo, su galope hacia la muleta y su veloz embestida que a ratos consiguió llevar Escribano faltando continuidad, destacando una tanda al final por templada con el novillo agotado.
En el sexto lo mejor fue el quite de Saldívar por tafalleras y navarras. El novillo resultó manso y complicado ante el que Escribano no se arrugó pero sin lucimiento.
Si a estos muchachos les han exigido así no sabemos lo que pasará hoy.
FICHA
19ª de San Isidro. Tres cuartos de entrada.
6 Novillos de Guadaira
Arturo Saldívar, silencio y aplausos.
Luis Miguel Casares, silencio y silencio.
Cristian Escribano, silencio y silencio.
Mariano Aliaga / HIDROCÁLIDO
Los padres que tanto exigen a sus hijos para que sean figuras del deporte, nadales o raúles , más allá de buscar la felicidad de éstos y el equilibrio que proporciona practicar algún deporte como diversión, anteponen asegurar su futuro al bienestar de sus primogénitos.
Ni siquiera esos padres son tan exigentes como hoy algunos sectores de la plaza con unos novilleros en formación, más aún que a figuras consagradas y no digamos respecto a su favoritos con los que la benevolencia sin estar cruzados o con enganchones espontáneos llega a límites increíbles.
No es que el público haya sido el principal culpable de los silencios otorgados a las jóvenes promesas pero si han minado las ilusiones y los planteamientos durante las faenas, escasas de los ánimos necesarios para repuntar y ascender hacia el camino del triunfo. Pitos al centímetro desplazado ante la cara y gritos de reproches que antes solo se escuchaban con líderes de escalafón. Todo cambia.
También los novillos de Guadaira que antes fueron excelentes aquí y hoy no han reeditado glorias.
Arturo Saldívar se expuso a los dos términos. Con el primero peleó contra la escasa fuerza del animal con el que inició labor de muleta con ella plegada en cartucho de pescado desplegándola por detrás y llevándolo después por delante con acierto merecedor de más calor desde las gradas. Luchando porque no doblara las manos la faena fue a menos aunque en todo momento el hidrocálido se mostró firme citando sin reservas de ventajas. Poca fortuna con la espada.
En el cuarto, tras enganchón en el capote desiste de prolongar los lances y se los guarda para un buen quite por tafalleras. Cite de largo en los medios para comenzar el último tercio con la mano diestra en tanda corta para pasar a la zurda con la que interpreta los mejores naturales de la tarde por largos y bajos aunque al final el novillo alza la cabeza en un síntoma del resto de faena que deslució la labor. Saldívar no vuelve la cara en las cercanías para de uno en uno robar las últimas gotas de fuerza del animal, mostrando su mando a pesar de las quejas de los de siempre. Estocada certera y fulminante para rodar sin puntilla.
Luis Miguel Casares pasó desapercibido no por ausencia de esfuerzo sino por el soso enemigo que hizo segundo, al que liquidó de tremenda estocada, y por la poca cuerda del reloj del quinto.
Cristian Escribano no consiguió conectar con el tendido en el tercero al ponerse el público de parte del novillo por sus largas arrancadas al caballo, su galope hacia la muleta y su veloz embestida que a ratos consiguió llevar Escribano faltando continuidad, destacando una tanda al final por templada con el novillo agotado.
En el sexto lo mejor fue el quite de Saldívar por tafalleras y navarras. El novillo resultó manso y complicado ante el que Escribano no se arrugó pero sin lucimiento.
Si a estos muchachos les han exigido así no sabemos lo que pasará hoy.
FICHA
19ª de San Isidro. Tres cuartos de entrada.
6 Novillos de Guadaira
Arturo Saldívar, silencio y aplausos.
Luis Miguel Casares, silencio y silencio.
Cristian Escribano, silencio y silencio.
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